En San Justo, Partido de la Matanza, hacia las 15 horas.
Titín cierra la puerta de su casa, reacomoda sus ideales
y parte rumbo a la parada de micros que lo conducen
hacia la desigual capital. La calle Terrada se expande
desde tal hasta tal. Los transeúntes no miran, no dicen.
Para el micro, todos suben, menos uno. Uno que no duda.
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"Uno que no duda". espero, compañero, que no esté intentando desprestigiar a la duda, tan imprescindible. jajaja, sé que no.
ResponderEliminar* Saludos revolucionarios *